• Por eso, el secretario general del PSOE alienta un Gobierno de concentración PP-PSOE-C's, con Luis de Guindos como presidente.
  • Sin olvidar la moción de censura frentepopulista.
  • Y es que Sánchez sólo quiere llegar a La Moncloa. Es un hombre de Estado.
  • Todo depende de la cuestión catalana.
  • Pero Cataluña va a peor. Aunque políticamente se encauce el asunto, que tampoco es seguro.
Sólo los muy ingenuos, o los muy interesados pueden pensar que el problema catalán (recuerden: Cataluña no es una región, ni una CCAA, ni un así: es un problema) se ha resuelto o al menos se ha embridado. Antes al contrario, el magma crece y aunque políticamente se logre encauzar el asunto hay una generación de separatistas, la mayor parte de ellos con el cerebro lavado a conciencia. Eso no se cambia sino en otra generación… por lo menos. Todos los miembros de esa generación están convencidos de que si no existiera España serían más felices y, en cualquier caso, han convertido la independencia en su credo religioso y en su modelo de vida. Pasando de lo general a lo concreto, el recorrido del líder socialista, Pedro Sánchez, durante las últimas semanas, cuando eclosionó el llamado reto catalán, puede resumirse así: de un Pedro Sánchez dispuesto a aprovechar el desastre catalán para lanzar una moción de censura frentepopulista, como en 1936: socialista, comunista y separatista catalanes y vascos. Le paró el Rey Felipe VI quien le pidió que apoyara a Mariano Rajoy ante el reto catalán. A Mariano Rajoy no, al Gobierno de España sí. Por eso, por ejemplo, sigue apoyando, junto a Albert Rivera, un Gobierno de concentración PP-PSOE-C's con Luis de Guindos como presidente tecnócrata. Pero no nos engañemos: Sánchez no ha dado un paso atrás ni el problema catalán está resuelto. Eulogio López eulogio@hispanidad.com