• El Consejo de Europa decide este viernes, después de que cuatro ONGs pidan que se prohíba esta despreciable práctica.
  • A los bebés abortados con más de 20 semanas de gestación se les aplica una inyección letal o dejan que agonicen sin cuidados.
  • Pero la Convención Europea de Derechos Humanos señala que "todos los niños nacidos tienen derecho a la salud y al cuidado".
  • Es más, la Convención de Derechos del Niño establece que todo niño tiene derecho a la vida y necesita protección y cuidado antes y después del nacimiento.
De nuevo, tristemente, una noticia relacionada con el aborto que refleja la cultura de muerte en la que estamos inmersos, donde la protección del derecho a la vida brilla por su ausencia, a pesar de que se contempla en multitud de leyes. Y es que a cerca del 10% de los bebes abortados con más de 20 semanas de gestación que sobrevive se le deja morir, según la revista científica British Journal of Obstetrics and Ginecology. Pero la noticia cobra aún más actualidad, pues el Consejo de Europa decide este viernes sobre la cuestión, después de que cuatro ONGs -CitizenGO y European Center for Law and Justice (ECLJ), entre ellas-) pidieran que se prohíba esta práctica tan despreciable. La primera de estas organizaciones ha lanzado una campaña contra este infanticidio neonatal, que cuenta ya con más de 220.000 firmas de los ciudadanos. Por su parte, el ECLJ señala que "cada año en Europa, los niños de 20 semanas de gestación que nacen vivos tras sobrevivir a un aborto "son abandonados hasta su muerte, sin cuidados, luchando por respirar" o bien se les aplica una inyección letal o se les asfixia. Un auténtico drama y más teniendo en cuenta el envejecimiento de población que padece el viejo continente. Las cuatro ONGs llevaron la barbarie del infanticidio neonatal al Consejo de Europa a través de una petición que se formuló el 1 de noviembre de 2014. Sin embargo, el comisionado de Derechos Humanos -institución independiente dentro del Consejo de Europa- rechazó la petición al estar fuera de sus competencias. Una gran incoherencia, según denunció Gregor Puppinck, director del ECLJ, pues unos meses antes "se mostró públicamente contrario al aborto selectivo de niñas". Tras esto, el Comité de Ministros, integrado por los 47 Estados miembros del Consejo de Europa, se negó a debatir sobre el asunto. Sin embargo, estos rechazos contradicen a la propia Convención Europea de Derechos Humanos, la cual señala que "todos los niños nacidos tienen derecho a la salud y al cuidado". Es más, van en contra de la Convención de Derechos del Niño de la ONU, la cual establece que todo niño tiene derecho a la vida y necesita protección y cuidados especiales antes y después del nacimiento. En dicho texto se contempla además que es obligación del Estado garantizar su supervivencia y desarrollo. Si el Consejo de Europa es coherente con lo que dicen las convenciones referidas y por tanto, con los Derechos Humanos, sobre todo con el de que "todo niño tiene derecho a la vida" debería prohibir de inmediato el infanticidio neonatal y hacer mucho más de lo que hace por defender la vida humana. Sin embargo, si opta por ir acorde a la cultura de la muerte como tantos Gobiernos hacen actualmente, entre ellos el de España, no esperamos que haga nada de provecho al respecto. Cristina Martín cristina@hispanidad.com