• La norma sobre opas permite modificar una oferta, pero siempre que "implique un trato más favorable".
  • La alianza ACS-Atlantia-Hotchief consuma un despropósito contra el accionista: hacerse con Abertis por menos dinero del prometido.
  • El único cambio, la supresión del canje con títulos, no mejora la oferta: ¿y si Hotchief se dispara un 100% en bolsa?
  • Sorprendente que la CNMV no haya puesto ninguna pega, a pesar del peligroso precedente creado.
  • Y ahora le entra prisa para que ACS y Atlantia presenten su oferta, hasta el 18 de abril, la prisa que no ha tenido hasta ahora.

El apaño final entre Florentino Pérez y Atlantia para pujar juntos por Abertis dará mucho que hablar porque se trata de una jugada maestra para hacerse con una empresa por menos dinero del presupuestado pero, además, con demasiadas zonas oscuras, que afectan a todos los implicados por acción u omisión: las oferentes, como es lógico, y también la CNMV y el Gobierno. El desenlace es tan simple como que los italianos desisten de su oferta inicial, Hotchief mantiene la suya, con un añadido, todo en efectivo, y, según el pacto, con mayoría por una acción de Atlantia, pero quede claro: no han mejorado la oferta, una exigencia del real decreto sobre opas, contenido en el artículo 31 sobre "modificación de las características de la oferta". Curiosamente, la CNMV, que preside Sebastián Albella (en la imagen, a la derecha de Florentino y de Giovanni Castellucci, Ceo de Atlantia) no ha tenido en cuenta ese principio esencial de la norma, contenido en lo referido a "la modificación de las características de la oferta". Y curioso también que al regulador le entre prisa ahora para que ACS y Atlantia presenten su oferta -pueden hacerlo hasta el 18 de abril, como ha explicado en una nota-, cuando hasta ahora es la prisa lo que ha brillado por su ausencia. No es el único frente del Albella; también deja a los bancos en manos de los fondos y el Santander le apoya. El artículo 31 del real decreto de opas señala, en concreto, que se puede modificar una oferta "siempre que siempre que tal revisión implique un trato más favorable", porque se amplíe la oferta inicial a un "número superior de valores" (cosa que no ha ocurrido) o "porque mejore la contraprestación ofrecida" (cosa que tampoco, ya que la oferta sigue en 18,36 euros por acción, tras el ajuste por el dividendo de Abertis) o "porque se eliminen o minoren las condiciones" a las que la oferta está sujeta. En efecto, la oferta conjunta retiró dos condiciones previas: la eliminación de la contraprestación en acciones (el canje del 10,1% o del 19,5% de Abertis, según las ofertas) y de aceptación de un mínimo de títulos, pero con ese cambio no mejora necesariamente la oferta, sino que puede empeorarla. Es lo que pasaría, de hecho, si Hotchief se revalorizara una barbaridad en unos meses respecto a la cotización del martes 13, el día que ACS y Atlantia anunciaron el pacto. No hay, por tanto, una mejora, sino la supresión unilateral y en perjuicio posible del destinatario de la oferta. La CNMV, sin embargo, no ha puesto objeción alguna, del mismo modo, ojo, que aceptó previamente el canje de títulos (en las dos opas), que es un peligroso precedente. Con el mismo argumento, ¿aprobaría una oferta formulada con la contraprestación de acciones de una no cotizada? Tengan en cuenta que en un canje hay acciones especiales que no cotizan en ninguna bolsa (ilíquidas, por tanto). Hay posibles fórmulas para mejorar una oferta, que es lo que no han hecho ACS y Atlantia, como la mejora de la ecuación de canje y otras. En primer término, reduciendo el 19,54% inicial de la condición de aceptación mínima de acciones en canje. Y en segundo lugar, como explica el artículo 31.1 del real decreto de opas, con la necesaria "opinión de un experto independiente que lo acredite". Para salvar ese obstáculo, la triple alianza ACS-Atlantia-Hotchief tiene una salida: mejorar el efectivo (18,76 euros) para no lesionar el derecho que tiene el accionista de Abertis. Pero hay más, sobre el propio acuerdo de Florentino y Atlantia, que contradice el artículo 41.2 del real decreto, porque si bien admite la asociación del oferente con terceros, pero "con el fin de mejorar su oferta" siempre que "ninguna persona o entidad participe, directa o indirectamente, en más de una oferta, ya sea como co-oferente, en concierto con el oferente inicial, o de cualquier otra forma". En plata, que no se puede participar en más de una oferta a la vez, pero ni Atlantia ni Hotchief han retirado su opa y han anunciado una sociedad conjunta para tomar el control de Abertis. Otra cuestión. El pasado lunes, día 12, la CNMV autorizó la OPA de Hotchief, cuando era ya un secreto a voces que había negociaciones avanzadas entre los dos competidores, como avanzaron ellos mismos. Ahora bien, el folleto aprobado de Hotchief no dice nada al respecto y el acuerdo, encima, era vinculante. Al día siguiente, día 13, queda claro, no sólo lo anterior, sino el acuerdo también sobre la tecnológica de Abertis, Cellnex, para que la compre Atlantia en las mejores condiciones (de precio y preferencia). Sorprendentemente, la CNMV no dice nada, el Gobierno se pliega y nadie cuestiona el capitalismo de amiguetes, con el poder político cediendo ante el económico. Todo lo dicho, sin olvidar un defecto de forma del que ya informamos que también olvidó la CNMV que da la razón al Gobierno, no a Albella. En concreto, el recogido en el artículo 26.2 del real decreto de opas, que marca que el regulador "no autorizará la oferta hasta que no se le acredite la obtención de la correspondiente autorización". Rafael Esparza