• Es lo prioritario pero con una espada de Damocles, el momento y precio de los activos.
  • Gestamp cierra todas las puertas a una inversión en la tecnológica andaluza.
  • El hermetismo sobre la adhesión de los acreedores al plan de rescate es total y es crucial
Apenas una semana, eso es lo que queda para que los acreedores respalden en plan de reestructuración de Abengoa antes de proceder al siguiente paso: la homologación judicial y evitar el concurso. Las gestiones de Gonzalo Urquijo, mientras, sigue en la búsqueda de compradores de activos porque una cosa está clara: ningún grupo industrial quiere poner un euro más y todo depende de la venta de esos activos. No hay esperanza para más después del compromiso suscrito en agosto de los hedges funds (1.169,5 millones en total, de ellos 515 millones de dinero nuevo) con el resultante de una nueva Abengoa jibarizada. en gran medida. Gestamp, por cierto, ha dejado claro que las puestas estás totalmente cerradas. Lo han dejado así de claro a Expansión: "Nos retiramos de verdad, no para picotear. No hemos vuelto a tocar absolutamente nada en Abengoa porque no nos parecía ético hacerlo después de tener accesos a información confidencial". Miraron en noviembre del año pasado y se fueron. Eso es todo, aunque no fue la banca la que le echó, sino que Gestamp se fue. ¿Quién quiere entrar en Abengoa? Nadie. Dependerá para su supervivencia de los activos que venta y de los ingresos que obtenga. Abandonará sus "actividades no estratégicas". De lo segundo, los resultados correspondiente al primer semestre  adelantaban bastante sus resultados semestrales. Y de lo primero también. Durante 2016 se han realizado ventas con pérdidas por las necesidades de liquidez. Es la espada de Damocles que sigue pesando también ahora y en el futuro: para vender a buen precio y en el momento razonable, no atropellado. Pero todo depende de ello. Necesita un 75% de apoyos, pero la empresa se mantiene en no decir nada del proceso, bastante complejo en sí (muchos de los acreedores son extranjeros), aunque el balance de la dos primeras semanas fue razonablemente positivo. En bolsa, mientras, este lunes suben las acciones A y B en el tramo final del proceso (queda una semana hasta el día 25 para que se cierre el plazo), más en las primeras (entre un 7% y un 4%), que las segundas (entre un 4% y un 2%). Pero continúan las presiones de los bajistas. Al cierre, resultados desiguales (las A caen, -0,5%; las B, avanzan, casi un 3%). Lo dicho: presiones bajistas a la espera del desenlace. Tampoco les ha servicio que se reitere el apoyo de la aseguradora Cesce para asegurar operaciones claras en energía y en ingeniería. Nada nuevo en realidad: ya estaba previsto desde julio por su exposición de 206 millones en Abengoa (la mitad por los avales). Pasa lo mismo con los 130 millones del ICO. Rafael Esparza