• Su proyecto de Frente Popular, como el de 1936, ha dado un gran paso.
  • Además, los tontos de los catalanes les están haciendo el juego sucio.
  • Bueno, también en el PNV, el partido de la traición, se frotan las manos.
  • Puigdemont y Junqueras han conseguido lo que pretendían: no el referéndum, sino la bronca.
  • La descristianización de Cataluña y de toda España nos lleva a la guerra civil.
Hoy, domingo 1 de octubre, España está más cerca de la guerra civil que ayer, sábado 30 de septiembre. Lo que significa que el secretario general del PSOE, don Pedro Sánchez y nuestro Stalin cheposillo, el líder del Podemos, don Pablo Iglesias (ambos en la imagen), están felices. Porque su objetivo no es otro que llegar al poder con la repetición de la España de 1936, con un Frente Popular formado por socialistas, comunistas y separatistas de distinto signo, todo ello concretado en una moción de censura contra el jacobino (está bien, derecha pagana) de Mariano Rajoy. Moción que, si todo sigue como está, podría presentarse antes de fin de año. Sí, ya sé que el origen de todo este desastre está en la descristianización de España, una tarea demoledora que iniciara el PP, y que se acentuara con el Marianismo. Pero, ojo, Rajoy no será el verdugo, sino la víctima del proceso por él mismo iniciado: convertir al Partido Popular en derecha tibia, cobardona y, cada día que pasa, no ya menos cristiana sino más, cristófoba. En cualquier caso, el balance del 1 de octubre, cuando aún no es mediodía, es sencillo: Puigdemot y Junqueras han conseguido lo que pretendían. Que no era el referéndum sino armar una bronca fundamental. Ya hemos dicho cuáles son los dos problemas de la Cataluña actual, producto, al igual que en el resto de España, de su descristianización: su narcisismo y su arrogancia. En resumen, el proyecto de Pedro Sánchez y de nuestro Stalin hispano, Pablo Iglesias, ha dado un gran paso este 1 de octubre. Se trata de crear un Frente Popular, como el de 1936, con lo dicho: socialistas, comunistas y separatistas. Sánchez e Iglesias están felices. Ya preparan la moción de censura. Además, los tontos de los catalanes les están haciendo el juego sucio. Ahora ellos pueden presentarse como equidistantes entre el faccioso Rajoy y los que solicitan el derecho a decidir y la libertad de expresión: los chicos del noreste. Bueno, también en el PNV, el partido de la traición, se frotan las manos. Eulogio López eulogio@hispanidad.com