Sr. Director: He leído el artículo que publica esta mañana en su diario digital, y con todo el respeto que me merece su opinión sobre Yoigo, tengo que expresarle mi absoluto desacuerdo con muchas de los comentarios que vierte sobre dicha Compañía. Y le escribo, porque creo que es mi obligación apoyar el magnífico trabajo desarrollado por los más de cien profesionales que trabajan en Yoigo y más de 3.000 personas que a través de diferentes empresas, que son socios estratégicos, trabajan muy estrechamente con nosotros. Yoigo es una Compañía que tiene la red más avanzada del país (por razones obvias, al ser los últimos en salir al mercado, se ha beneficiado del último estado del arte de la tecnología), en la que ha invertido más de 1.000 millones de €. No sé si esa cantidad de inversión le parece poco relevante, pero lo que sí es cierto es que no encontrará muchas empresas en este país que hayan invertido esa cifra en los últimos años. Tenemos una red móvil potente y que complementamos con la red de Telefónica, en aquellas áreas en las que no disponemos de cobertura. Esto hace que la red de Yoigo sea la de mejor cobertura del sector en éste país. Respecto a su comentario relativo a la red de Orange que no hemos querido adquirir, quiero manifestarle que la decisión de retirarnos del proceso de compra, fue una decisión meramente empresarial, con el asesoramiento de una firma de reconocido prestigio en el mundo empresarial, basada en el valor que dicha red podría aportar a la estrategia de Yoigo. La red consistía en un contrato mayorista a 8 años de ADSL (tecnología que quedará totalmente obsoleta en los próximos años, que permite una velocidad máxima de 30Mbits/seg frente a los 300/500 MBits de la fibra. Es como si Telefónica alquilara su red GSM a un nuevo entrante y que sólo le permite competir en voz, porque en datos es imposible competir) y unas 750.000 líneas de fibra en 5 grandes ciudades (donde ya están Telefónica, Vodafone, Orange, la antigua ONO y la extinguida Jazztel), y en zonas aisladas. Creo que Orange hizo una magnífica negociación de remedios frente a la Comisión Europea, para que le permitieran comprar Jazztel y, a su vez, asegurarse que no entrara un cuarto competidor en el mercado convergente. Por último, creo que es de justicia reconocer a Yoigo que ha sido, y seguirá siendo, el único operador en España que de verdad introdujo la competencia y una significativa bajada de precios en favor de los consumidores españoles. Siempre ha sido el dinamizador del mercado. Fuimos los primeros en lanzar las tarifas de voz sin límites y hemos sido los primeros en lanzar las tarifas de datos casi ilimitados. Fuimos los primeros en anunciar y en lanzar las nuevas redes de alta velocidad de ELT (4G), que obligó al resto de operadores a invertir en esta tecnología en la que este país estaba muy retrasado respecto a otros países Europeos. Incluso Telefónica se vio obligada a cerrar un acuerdo con nosotros para que le diéramos servicio 4G a sus clientes y no se quedara fuera del mercado. Si Yoigo desapareciera y muriese, como así lo desean nuestros tres competidores (TEF, Vodafone y Orange, porque MASMOVIL, siento decirle con todos mis respetos, no es competidor nuestro), en España se instauraría un oligopolio parecido a lo que ocurre con otros sectores en España que por respeto, prefiero no mencionar, y el primer perjudicado sería el consumidor Español. ¿Y dónde está Yoigo? Pues la realidad, es tozuda. A pesar de cómo lo vocean nuestros competidores a los cuatro vientos. Yoigo existe y es el único operador en España que crece en portabilidad de clientes (los tres grandes siguen perdiendo clientes a pesar de sus ofertas convergentes y contenidos), crecemos en ingresos, mientras que los otros tres pierden de forma continuada entre un 7/10% ingresos trimestre a trimestre y, además, somos de los pocos operadores de Europa que crecemos en ARPU (ingreso medio por cliente). El ARPU de nuestros clientes de contrato ya supera el de Telefónica. Y en cualquier encuesta pública de calidad de servicio, quejas de clientes, etc., siempre salimos mejor valorados que nuestros competidores. Y quien nos valora, afortunadamente, son los consumidores. Y de forma callada, con el trabajo diario, y sin meter mucho ruido, seguiremos ejecutando nuestra estrategia que al final dará los frutos deseados. José Mª del Corro García-Lomas