Sr. Director: Me cuesta entender que alguien como Puigdemont pueda volver a presentarse tras haber llevado a Cataluña al borde del caos y causar tanto daño a ciudadanos y empresas. Imposible recordar alguna medida económica o social suya en beneficio de los catalanes durante su gobierno. La sanidad, la educación o el desempleo quedaron completamente relegados porque la única y exclusiva prioridad era ofrecernos cada día una "cumbre" o un "día histórico" del maravilloso procés. Votar a Puigdemont significa votar más tensión política, más división social, más pérdida de empleos, más fuga de empresas y unos cuantos años más de matraca con el monotema. Sinceramente, creo que ya basta. Toca pasar página y enviar al pasado a políticos irresponsables obsesionados con pasar a la historia a costa de cargarse la sociedad y la economía. Antonio Sanz