Sr. Director: En medio de tantas "injusticias, maldades, indiferencias y crueldades", aparecen siempre "gérmenes de ese mundo nuevo", redimido por Jesús en la cruz. Los discípulos del Resucitado son llamados a continuar su obra, con la certeza de que el triunfo final ha sido ya conquistado, pero conscientes también de que no van a faltarles tribulaciones. La entrega total de Jesús marca su camino: el de una Iglesia que no debe buscar honores ni riquezas, sino servir a los demás, sobre todo a los más pobres. Y ésa es, en síntesis, la historia de la Iglesia, a pesar de todas las infidelidades y pecados de sus hijos. Cada signo de amor por los demás es una especie de eco de ese encuentro inesperado con Jesús resucitado. Porque, como escribe Francisco, "su resurrección no es algo del pasado", sino un acontecimiento que ha penetrado y cambiado definitivamente el sentido de la historia. Enric Barrull Casals