Sr. Director: Algunos han minimizado la importancia de la elección de Jeremy Corbyn al frente del Partido Laborista Británico como una simple muestra de excentricidad británica, que en todo caso enriquecerá el debate político. Otros ahondan en el argumento de la irrelevancia de esta elección pero desde la perspectiva opuesta, asegurando que el Partido Conservador tiene así asegurada su reelección. Es cierto: republicano en un país fuertemente monárquico, partidario de las fracasadas recetas del viejo socialismo y contrario a la OTAN, Corbyn no tiene muchas opciones de triunfo. Tengo la sensación de que su admiración por Hugo Chávez, Syriza, Putin o su ambigüedad frente al terrorismo del IRA, tampoco facilita las cosas. Jaume Catalán Díaz