Sr. Director: El presidente Rajoy, desde hace unos meses y cuando la ocasión es propicia, no tiene el más mínimo recato en declarar encontrarse "en plena forma" para presentarse y ganar unas nuevas elecciones, de ahí que destacados dirigentes del partido ya han recibido instrucciones para presentar batalla al finalizar el verano contra Ciudadanos, a cuenta del polémico punto 96 del bloque de medidas incluidas en el acuerdo de investidura, mediante el cual quedó establecido y firmado que, quien haya ostentado durante ocho años consecutivos el cargo de presidente del Gobierno no podrá optar a la reelección. Como era de esperar, el partido de Albert Rivera, desde un primer momento ha mostrado su total desacuerdo, alegando que los pactos están para cumplirse, exigencia que pondrán sobre la mesa en el próximo periodo de sesiones parlamentario. No es de recibo que siendo los populares la formación más exigente en el cumplimiento de las normas, su comportamiento refleje todo lo contrario, haciendo acopio de argumentos para defender las presuntas intenciones de su líder en torno a concurrir a una tercera legislatura, intentando permanecer 12 años al frente del Gobierno. Como sucede siempre en el PP, la pléyade de pelotas oficiales cierran filas en torno a su jefe con la esperanza de que Rajoy sea candidato para las próximas generales y ellos mantengan sus pingües canonjías. No obstante existe otro colectivo minoritario, más sensato, que sin manifestarlo públicamente se decantan por la renovación, lo que solo comentan entre sus íntimos. Como es lógico, entre la militancia, la opinión está más dividida contemplándose otros nombres como los de Alberto Núñez Feijóo y Cristina Cifuentes, y en una segunda fila, Soraya Sáenz de Santamaría, y como no, la ambiciosa Dolores Cospedal García, aunque con escasas posibilidades. Resulta curioso que un político como Rajoy, que en su día expresó su compromiso de que tan solo estaría ocho años en el Gobierno, siguiendo el ejemplo de José María Aznar, y apodado tiempo atrás como "Mariano I el Breve" por las dificultades sufridas en la primera legislatura, algo superado hasta por el insólito y desdichado contador de nubes, Rodríguez Zapatero (PSOE), no solo pretenda mantenerse como inquilino de La Moncloa ocho años, sino que incluso aspire a gobernar este país durante 12 años consecutivos. Algo que no diría mucho en favor de los caballeros aspirantes, el socialista y plurinacional Pedro Sánchez y el resentido podemita, Pablo Iglesias. Pensándolo bien y tal como está actualmente este país nuestro, sin olvidar las pretensiones secesionistas catalanas de Puigdemont, Junqueras, etc. puede ocurrir cualquier cosa... ¡¡Tiempo al tiempo!! José-Tomás Cruz