Sr. Director: Los terremotos han causado muchos muertos y heridos, muchas casas se han caído y muchas desgracias más. ¿Porque no acaban con los terremotos? Pues porque el hombre no tiene poder sobre la naturaleza. Llueve cuando la naturaleza quiere, a lo más que puede el hombre es predecir lo que va a suceder dentro de unas horas y siempre con el riesgo de que cambien las cosas. Nieva, ¡cae esa maravilla que son los copos de nieve!, pero el hombre no puede hacer nada ni a favor ni en contra. ¿Quién puede parar un ciclón con toda la desolación que produce? El hombre no puede. ¿Quién te da el sexo al ser engendrado? La naturaleza, y te lo recuerda en cada una de las células de tu organismo. ¿Qué puede hacer el hombre en contra de la naturaleza? Nada. En el caso del sexo podrá operarse pero cada una de las células de su cuerpo, le recordará lo que es. En la naturaleza no manda el hombre, solo manda Dios. Algunos dirán que no creen en Dios y que por lo tanto Él no manda. Pero las cosas no son ni dejan de ser porque las crean o no. La creencia no influye. Y quien manda en la naturaleza y en todo el mundo es Dios. María Victoria Palop Moltó