Sr. Director: Estamos a un poco más de mediados de curso y quiero recordar aluna cosa sobre el colectivo del profesorado. Lo que más estresa a los profesores es la falta de tiempo para realizar las tareas que las sucesivas Reformas Educativas les van asignando, sin que vayan acompañadas de la formación correspondiente. Por otra parte, la rapidez del cambio social hace prácticamente imposible sincronizar las soluciones educativas con los inesperados y continuos desafíos. Ante cualquier problema (por ejemplo, campañas contra el alcoholismo, la drogadicción, etc.) se recurre a la escuela. Incluso se le traspasan algunas de las responsabilidades que son propias de la familia, entre ellas la educación sexual de los hijos. Una viñeta humorística de 'Forges' retrataba de forma genial el problema de la polivalencia  a la que están sometidos los profesores de hoy. En una entrevista de trabajo, el seleccionador y la candidata mantienen el siguiente diálogo: -¿Profesión? -Animadora, educadora, actriz, mamá, psicóloga, guía turística, acompañante, traductora, ponente, lingüista, psiquiatra, diseñadora, formadora, escritora, dibujante, gesticuladora, y paseante. -Todo eso no cabe. -Pues ponga maestra, que es lo mismo. Un profesor sobrecargado de trabajo que tiene que enseñar a adolescentes desmotivados, manteniendo de forma simultánea la disciplina en clase, está en tensión permanente. Pero es que además, dice J. M. Esteve, en "El malestar docente" (1997) que lo que más les perturba  es verse obligados a hacer mal su trabajo. Jesús Martínez