Sr. Director: Supongo que Pedro Sánchez habrá captado lo que supone el Gobierno de Portugal, pues a problemas aún mayores se enfrentaría, ya que no solo necesitaría aliarse con la izquierda radical, sino también con los separatistas. Eso abocaría probablemente al PSOE a una ruptura interna y le convertiría en rehén de Podemos y ERC. Si, como dijo, Sánchez quiere hablar de políticas y no de siglas, tendría que sentarse a negociar con Rajoy, máxime cuando algunas reformas que propone solo son posibles desde el acuerdo con el PP. El dilema para el secretario general es que carece de autoridad en su partido tanto para lo uno como para lo otro. Su tercera opción es forzar la repetición de elecciones, lo que podría terminar de hundir al PSOE. José Morales