Sr. Director: Miguel de la Quadra-Salcedo (1932-2016). Era madrileño criado en Navarra, fue periodista, y fue también un deportista de élite durante su juventud. Llegó incluso a participar en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960 en lanzamiento de disco. Viajó por todo el mundo, siempre con libros y mapas en su maleta. En estos años, "descubrió" América, gracias a una beca para estudiar Ingeniería Agrónoma y Civil en Puerto Rico. Exploró durante tres años el Amazonas realizando clasificaciones etnobotánicas; y empezó a emitir reportajes para TVE, dado que se le nombró primer corresponsal en Iberoamérica. Cubrió como reportero numerosos conflictos. En El Congo en donde llegó al extremo de estar condenado a muerte durante uno de sus viajes. También las guerras de: Vietnam, Eritrea y Congo. El golpe de Estado de Pinochet. Y la muerte del Che Guevara. Se convirtió en una referencia para toda una generación de periodistas. Miguel de la Quadra-Salcedo era  difícil de describir: reportero, explorador, atleta, ingeniero agrónomo, amante de la aventura y de la historia… Ninguna de estas descripciones bastan para definir a aquel caballero escapado del siglo XV al que le gustaba burlar las leyes de la prudencia. Al final, tantos desafíos le pasaron factura, pero él no sabía vivir de otra manera. Leal a la Corona, desde los Reyes Católicos a Don Felipe, pasando por Don Juan Carlos. Miguel era un apasionado de América, pero España le quitaba el sueño. Hasta hace pocas semanas, llamaba a sus amigos, a las horas más intempestivas, para comentar las inquietantes noticias que le preocupaban. Don Juan Carlos I, otro amante de Iberoamérica, le pidió que hiciera algo por "acercar a los jóvenes de las dos orillas" y empezó a organizar las expediciones de estudiantes. Era muy difícil conocer a fondo a Miguel: transgresor e imprevisible. No preparado para recibir halagos. Austero, recio y pudoroso. Se desenvolvía mucho mejor en la adversidad: con una anaconda enroscada en el cuello. Transmitiendo una crónica bajo una lluvia de balas. Con cientos de jóvenes a su cargo: hambrientos y picados de insectos en medio de la selva. En esos momentos, daba a todos una lección de superación. Su última lección la dio el pasado julio, cuando se escapó del hospital para no perderse la audiencia que había concedido el Rey a la Ruta Quetzal: Miguel se quitó la vía del suero y el tubo del oxígeno y acudió a La Zarzuela, como llevaba haciendo más de 30 años. Y, como había hecho siempre, se creció en el momento clave. Se levantó de la silla de ruedas para saludar al Monarca, y después, dirigió unas palabras durante siete minutos sin papeles No, no te levantes, Miguel, le pedía en vano Don Felipe. Me he escapado literalmente del hospital, le respondió De la Quadra, con la satisfacción de haber transgredido otra vez las normas de la prudencia. Le dijo el Rey: Miguel, tú has sido un ejemplo todos estos años. Lo sigues siendo, y te agradezco el esfuerzo añadido hoy de estar aquí, contra la voluntad, seguramente, de los médicos. Pero te conocemos y sabemos que no hay nada que te frene. Don Felipe y Doña Letizia enviaron a su viuda el más cariñoso de los telegramas: "Siempre le estaremos agradecidos por su inestimable labor al frente del proyecto Ruta Quetzal, que no sólo ha contribuido enormemente a estrechar los lazos con Iberoamérica, sino que ha significado un compromiso cultural y social para jóvenes de todo el mundo". Este 20 de mayo de 2016 le sobrevino la muerte: El mismo día que murió Cristóbal Colón, 510 años antes. De la Quadra deja también huérfanos a los diez mil jóvenes europeos y americanos que le acompañaron en alguna de sus aventuras y a los que inculcó una forma mucho más apasionante de vivir la vida. Sus aventuras nos han dejado frases memorables como estas: "Me recuerdo desde siempre con un irrefrenable afán por descubrir. La curiosidad ha sido el motor de mi vida" (El Periódico). "La mayor y más emocionante expedición que podemos realizar es hacia dentro de uno mismo" (El Mundo). "El ocio es el enemigo del mundo" (El País). Encontré aquello que Ponce de León tanto buscó, el elixir de la eterna juventud: "He descubierto que consiste en mantener la curiosidad y rodearte de gente joven. Si haces eso, nunca envejecerás" (El Periódico). El ser creativo. ¿Se nace o se hace?: o  "Se hace por ese afán de curiosidad, de investigar y sobre todo de conocerse a uno mismo. Ese es el impulso mayor de una persona creativa"  (Muy Interesante). "Los olores son muy importantes: Si no hueles, no puedes viajar." (Revista 'Trasmediterránea). "No se puede dejar de mirar a los ojos de las personas o de oler la tierra húmeda después de la lluvia o de sentir el aire limpio de una cordillera. La tecnología nunca logrará transmitir esas sensaciones, ningún Twitter ni ningún YouTube puede sustituir eso" (El Mundo). Fuentes: Sarah Romero y Almudena Martínez-Fornés. Rafael Gutiérrez Amaro