Sr. Director: El Gobierno sigue hablando de recuperación económica, excelentes previsiones de crecimiento. Mientras tanto, a los pensionistas los maltrata, aunque todos sabemos que en buena parte han soportado la crisis -y soportan-, ayudando a hijos y nietos. El tono de la carta de la ministra de Empleo, en enero pasado, dirigida a los pensionistas ha sido el detonante. España va bien, pero los pensionistas a seguir sufriendo, pues el IPC ha subido en estos años mucho más. Se veía venir la movilización de los pensionistas. Asombra que el Gobierno no lo viera y se adelantara a tomar alguna medida. Ahora, haga lo que haga, es una conquista a remolque de los demás partidos políticos -que obligarán a Rajoy a una comparecencia en el Congreso para tratar las pensiones- y de las protestas. El Gobierno pensaba que es un sector tan pasivo que no plantearía quejas, y que es mayoritariamente votante del PP. Ni es tan pasivo ni su hartazgo es ilimitado, como se ha comprobado con las manifestaciones de febrero en las principales ciudades del país y se está transmitiendo crecientemente en las redes sociales. Ante ese clima, Unidos Podemos y Compromís han estado ágiles, y se van a sumar todos los partidos políticos: si el PP se aísla, puede pagarlo, y con más de un 0,25% de sus votantes. Suso Madrid