Sr. Director:
El anuncio del ex presidente Felipe González de que defenderá a los opositores venezolanos encarcelados ha encendido los ánimos de los diputados bolivarianos de ese país.

Llevados por la ira, los acólitos de Nicolás Maduro han recurrido al insulto para tratar de desacreditar a González, al que han acusado de "grosero" y de "defender la corrupción, la violencia y el terrorismo de Estado".

En realidad, lo único que han conseguido ha sido desacreditarse a sí mismos. Cuando falta la razón, sólo queda el recurso del pataleo y al ataque gratuito.

Jaume Catalán Díaz