Sr. Director: Maduro, que hace unos días nombraba  una asamblea constituyente paralela a la elegida democráticamente y reprimía con dureza las protestas populares que arrojaron más de un centenar de muertos en las calles. Finalmente puso fin a las negociaciones que se desarrollaban en la República Dominicana, una vez que la oposición exigiera la designación de un Consejo Nacional Electoral equilibrado y la revocación de las inhabilitaciones a los partidos y líderes opositores. La agonía política, económica y humana que sufre Venezuela parece condenada a prolongarse con su secuela de muerte, hambre, escasez de medicamentos y emigraciones masivas a Colombia y otros países iberoamericanos. Un drama que clama al cielo, como dicen los obispos venezolanos, y al que nadie es capaz, por el momento, de poner remedio. Jesús D.