Sr. Director: Cualquier análisis de los resultados electorales del País Vasco debería tener en cuenta un elemento fundamental: el censo vasco está amputado de una forma muy importante. En los últimos 30 años, entre 150.000 y 250.000 vascos abandonaron su tierra según diversos estudios debido al clima de amenazas y violencia política.  De poder votar y suponiendo que votasen opciones constitucionalistas -hipótesis nada descabellada- , PP y PSOE duplicarían sus escaños en el Parlamento Vasco en detrimento de PNV y Bildu, cambiando por completo la correlación de fuerzas y la formación del gobierno. Aceptar el resultado de cualquier elección en el País Vasco sin tener en cuenta a los vascos exiliados implica en cierto modo legitimar la limpieza política llevada a cabo por ETA, ese árbol agitado cuyas nueces algunos recogen elección tras elección. Carmen Gutiérrez