Sr. Director: Las declaraciones a favor de los animales de ERC o Convergencia de estos últimos días son un ejemplo de hipocresía. Estos fervientes defensores de los derechos de los animales son los mismos que se dieron prisa para blindar los "correbous" en el sur de Cataluña para no perder votos. En la ley que aprobaron los alaban como "un evento extraordinario, propio de las raíces más profundas de Cataluña" y que genera un patrimonio "inconmensurable". ¿De verdad un toro atado con cuerdas o con bolas de fuego ardiendo sobre su cabeza es algo tan inconmensurable y maravilloso? Yo creía que era maltrato animal. Con el agravante que a diferencia del toreo, en los correbous no se respetan reglas. Hay menores, falta de estructuras adecuadas, se lanzan piedras y encima, al no morir, los toros repiten una y otra vez la experiencia "inconmensurable", generando mucho mayor sufrimiento a lo largo de su vida que con el toreo. Francisco Gombau