Sr. Director: El Departamento de Estado Norteamericano acaba de publicar su informe anual sobre el estado de la libertad religiosa en el mundo que, en esta ocasión, pone el acento en la persecución sistemática, que ha llegado hasta una sistemática limpieza étnica y religiosa, del llamado Estado Islámico, especialmente en Siria e Irak. Ni que decir tiene que las principales víctimas de esta persecución han sido las comunidades cristianas, a las que se añaden los yazidíes y los chiítas. Pero el informe, que se ocupa de la situación existente en doscientos países, llega a la conclusión de que las trabas a la libertad religiosa existen realmente en todo el mundo, al extremo de que cerca del ochenta por ciento de la población mundial es objeto de restricciones y actos hostiles que limitan su ejercicio de este elemental derecho humano. Eso está pasando en pleno siglo XXI. Domingo Martínez