Sr. Director: Evo Morales ha obsequiado al papa Francisco con un crucifijo en el que la cruz es la hoz y el martillo. Supongo que su intención es mostrar que la doctrina de Jesucristo y la del comunismo son una misma cosa. En el siglo XXI, y en distintos lugares de la tierra, siguen sufriendo los cristianos, abierta o solapadamente, la persecución del comunismo. Por eso, a mí, esa imagen de Cristo clavado en el emblema comunista me ha recordado la conversión de san Pablo:  "Saulo ¿por qué me persigues?". Amparo Tos