Sr. Director: La sangre de los mártires es semilla de cristianos; su muerte es fecunda también para la Iglesia. Por eso, no solo no los esconde sino que los propone como modelo. Al tiempo que se nos recuerda que, como dijo el Papa en el corazón del islam suní durante su reciente viaje a Egipto, la fe y la violencia son incompatibles, se nos llama a la conversión continua y se nos propone al mártir como modelo, que nos aleja de toda forma de odio y de venganza, y nos ayuda a descubrir el gran valor del testimonio de Cristo al dar la vida entera por nosotros. Recordamos esto por qué en estos tiempos se está produciendo el mayor número de mártires cristianos de la historia, en una sociedad que se autodenomina, y algunos hasta se lo creen, tolerante. Lluis Esquena