Sr. Director: Observando el trágico culebrón al que el chavismo bolivariano ha conducido a Venezuela y aun admitiendo que en sus orígenes el propio Chávez quizá pretendiera acabar con graves injusticias, sólo cabe concluir que estamos ante un nefasto Gobierno que ha empobrecido a una rica nación petrolera hasta hacerla carecer de los bienes más básicos y primarios. Como un sabio consejo nos advierte de que por muy negativo que resulte cualquier hecho o experiencia, siempre hay que intentar extraer alguna lección positiva, la mejor consecuencia de esta desgraciada situación quizás fuera que nos sirviese de aviso y prevención, intentando evitar que aquellos grupos políticos que toman como fuente de inspiración e incluso de financiación al chavismo, consiguiesen acceder a nuestro Gobierno, solos o en compañía de otros. Pues por muy singulares y lejanas que nos parezcan las circunstancias políticas, sociales y económicas de nuestra querida hermana Venezuela, si hay algo demostrado en la historia es que cuando comunistas o filocomunistas, en cualquiera de sus franquicias, acceden al poder de una nación, queda garantizado que la degradarán hasta convertirla en una gran fábrica de miseria moral y económica, además de emponzoñar su sociedad con odios y miedos que siempre devienen en violencias y enfrentamientos. Lo malo es que otro no menos sabio consejo, también nos recuerda que nadie escarmienta en cabeza ajena; ni hombres ni pueblos. Miguel Ángel Loma