Sr. Director: No se puede afirmar la verdad de una parte de España negándosela a otra, como si no existiera o no perteneciera a la única historia. Nadie tiene ni la primacía moral ni una dignidad cultural que permita excluir al otro. Sin un cambio de mentalidad que reconozca en el otro un valor político decisivo volveremos al laberinto político de los últimos meses. El otro es esencial para entendernos a nosotros mismos, también en política. La dialéctica del enemigo, la falta de sinceridad, los personalismos y los vetos, han provocado que la legislatura que ha acabado sea un período para olvidar. Creo  necesaria una "nueva mentalidad". Suso do Madrid