Sr. Director: Se ha cumplido un año de la muerte del sacerdote francés Jacques Hamel, muerte que el Papa no dudó en calificar como "martirio". Desde hace 2.000 años la lista es interminable y ni mucho menos está cerrada a día de hoy. Después de Jacques Hamel ha habido otros. Son personas corrientes, que como este sacerdote encajan mal en el estereotipo a menudo edulcorado del martirio y de la santidad. Los mártires son "simplemente" cristianos que siguieron a Jesús hasta el final. Venerarlos es lo opuesto a glorificar la muerte, al modo del terrorista. Lo que el martirio ensalza, por el contrario, es la grandeza del don supremo divino de la Vida. Jaume Catalán