Sr. Director: Con el tema de la secesión de Cataluña, la temperatura sube, y el ánimo se calienta. El tema dura y la gente ha tenido tiempo para definirse. Personas que no hayan elegido acera, quedan pocas. O eres de una banda o eres de la otra. Del tema hablas con los tuyos. Con los otros, este asunto, ni tocarlo. Los mensajes, contra "el estado autoritario", o en favor de la república catalana, no circulan entre nosotros. En cambio, los mensajes contra el parlamento que quiere romper la legalidad vigente, y contra la consulta ilegal, abundan. En cada lado, se celebran y exageran los triunfos propios y los fracasos ajenos. La comunicación entre las partes confrontadas ha disminuido notablemente. (..). El otro día un conocido, que lee a menudo los artículos de la escritora Laura Freixas, decía lo siguiente: "Hablo poco con las personas que defienden este proceso. No leo los periódicos que sostiene la Generalidad. No miro TV3. Ya no me llegan Whatsapp que hablen mal de España y de los españoles. Habito en un mundo, que interacciona poco con los secesionistas. Entre nosotros nos damos la razón. Esta es la división que percibo (...). Y además, creo que la otra Tribu Emocional está más movilizada. Y como que no saben dónde van, tienen una Hoja de Ruta. Un plan". Martín Martínez