Sr. Director: Publica el diario argentino Clarín una entrevista a Felipe González en la que con su habilidad y facundia oratoria cuestiona con matices algunas medidas tomadas por Mariano Rajoy aplicando el famoso artículo 155 y sus consecuencias para el Futuro de España en unos momentos como los actuales lleno de incertidumbre y malestar. Afirma Glez., que la huida de Puigdemont es un acto de cobardía próximo al  vodevil, lo cual es mucho decir, porque la cobardía y vodevil es una tragedia para Cataluña que afecta mucho a España en el crecimiento económico, en el empleo, en la educación y sobre todo en la convivencia y en el fomento del odio. Además los partidos políticos,  que dicen representar a los españoles,  están  enfrentados por motivos electorales y por los votos que puedan conseguir en las próximas elecciones del 21 de diciembre, si es que llegan a celebrarse. Rechaza Felipe González que se dé una judicalización de la política, lo que contradice las afirmaciones de algunos socialistas en activo quienes están siempre en el sí, pero no; están con los jueces y contra los jueces  como se ha demostrado ante los decisiones de esa gran jueza que es la Sra. Lamela, a quien no le ha temblado el pulso para encarcelar a  malversadores, traidores que han puesto Cataluña al borde del precipicio. El  23 F protagonizado por Tejero fue un juego de cacos y polis comparado con la alta traición perpetrada por Puigdemont, Junqueras y compinches. Con mucha razón Felipe González compara  Puigdemont con Maduro uno de los defensores del golpismo catalán, porque el propio Madura ha hecho  lo mismo en Venezuela.   Parece ser que Felipe González tiene serie dudas sobre la actitud de los líderes de su propio partido, por los que no se siente representado. Pero cuando Felipe González se enreda un poco en sus respuestas es cuando responde a la pregunta  de si las actuaciones que están llevando con entereza y prudencia Mariano Rajoy pueden perjudicarlo. En primer lugar Felipe González duda, sin saber dar razones, que el gobierno  tenga alguna estrategia y que coincidiera con la necesidad de las elecciones del 21 de diciembre en Cataluña. Teme Felipe  González con mucha razón que no se  dé ninguna inhabilitación de los  causantes del desastre que supone toda la tragedia de lo que está ocurriendo. Ni siquiera del gran traidor Artur Mas. La gente, afirma, lo olvida todo. Sirviéndose de la ironía y del sarcasmo afirma que algunos de los que están en la cárcel para presentarse a las elecciones tendrán alguna ventaja, no por no estar en libertad, sino por tener una excusa para no tener que explicar la cantidad de tonterías que han hecho llevar a Cataluña al desastre, como se prueba por las casi 2.000 empresas que ha huido de Cataluña, porque  han roto la convivencia en Cataluña, han roto el estatuto de autonomía, la  Constitución y han desobedecido todas las sentencias de los tribunales. González  sostiene alguna opinión que puede resultar paradójica y cuestionar las medidas del Gobierno de Mariano Rajoy tan oportunas y convenientes, así afirma: si se hubiera  actuado antes políticamente incluso con la aplicación del artículo 155, que pura política para él y se hubiera hecho a tiempo, no estarían desencadenando  los inevitables procedimientos penales y de otra naturaleza. Fidel García