Sr. Director: Tras la investidura fallida, Pedro Sánchez se ha apresurado a aparecer en escena como político mediador al servicio de un necesario entendimiento, sin precisar en qué términos ni con quién lo podría llevar a cabo. En un acto que más parece la enésima intentona para ocupar espacio y por poner a salvo su discutido liderazgo dentro del PSOE, Sánchez se ha embarcado en una suerte de ronda de conversaciones con los demás partidos que no tiene ninguna consistencia, al tiempo que arremete contra el Partido Popular y Mariano Rajoy, acusándole de todos los males, comenzando por el tan manido inmovilismo. José Morales