Sr. Director: Un amigo me preguntaba: ¿De dónde les llegan los dineros a estos extremistas radicales musulmanes para preparar y pagar estos terribles atentados? La pregunta seguro que nos la hemos hecho muchos, más en este caso que algunos no están en edad de trabajar. Pienso que es conveniente tener en cuenta que la realidad sociopolítica del Golfo es un ovillo difícil de desenredar. Desde Europa no es fácil comprender el juego de emires y Emiratos, solo aparentemente amigos. Tras el viaje de Donald Trump al Golfo Pérsico y la masiva venta de armas a Arabia Saudí, un total de siete países de la zona cerraron sus fronteras a Qatar. Pero ya hemos sabido que Estados Unidos no solo nutre de armamento a los saudíes, sino también a los qataríes. EEUU no ha abandonado a Qatar, el país con la base militar estadounidense más grande del Golfo. Qatar ha recibido también apoyos de Turquía e Irán. Ninguno de ellos, países del golfo, quiere dejar aislado a este pequeño país edificado sobre petróleo y gas. Hace quince días Qatar era presentado como mecenas del terrorismo. Esto no ha cambiado, pero Estados Unidos no quiere primar a ninguno de los países del Golfo y opta por cumplir con la función del fiel de la balanza. Quien pueda que saque conclusiones. Lluis Esquena