Sr. Director: En sus últimas horas en Perú, después de casi una semana de un viaje pastoral que en el mes de enero le llevó también a Chile, el Papa Francisco tuvo un encuentro con los obispos peruanos en Lima y celebró una multitudinaria Eucaristía en la Base Aérea Las Palmas, ante medio millón de personas. Francisco, recordaba en aquella ocasión la figura de Santo Toribio de Mogrovejo, el santo leonés, infatigable misionero que fue Arzobispo de Lima a finales del siglo XVI, un obispo de suelas gastadas que siempre quiso salir al encuentro de los demás. Santo Toribio quiso llegar a la otra orilla, y no solo geográfica sino cultural, y quiso llegar también a otras orillas, como las de la caridad, la formación de los sacerdotes o de la unidad, que promovió de manera admirable. Domingo Martínez