Sr. Director: Desde tiempos inmemoriales, los pueblos han emigrado de unas tierras a otras en busca de una mejor situación de vida. Fue el principio por el que unas tribus -entonces no había naciones-, invadieran tierras más fértiles o más dotadas de caza, que pertenecían o estaban ocupadas por otras. Y así empezó el enfrentamiento entre los hombres dando origen a las guerras con todas sus consecuencias. Evidentemente, también ocurrió que al ser la población menor, existían tierras que no estaban habitadas, y aquí no se produjo ningún problema. Con la salvedad de que si esas tierras no eran muy prosperas, se ambicionaban las que ya estaban ocupadas. Algunas tribus se unieron, y formaron la Nación; primero en forma de Ciudades: Babilonia, Tebas, Atenas, Roma…., que al expandirse dieron origen a los primeros Imperios y las primeras civilizaciones. Pero esto ya lo sabemos. Y así fuimos avanzando, siempre guerreando unos contra otros, por la posesión de la tierra, las riquezas, y al final por el poder. Las guerras se convirtieron en una forma de ser consuetudinaria con los distintos pueblos. Así sucedieron las diversas invasiones, y la subida y después caída de los distintos imperios que en la historia han sido. Todo empezó por unos que tenían hambre y otros que se aprovecharon de la situación para apoderarse de, tierras, riquezas, y someter y esclavizar a aquellos a quienes invadían. Y seguimos igual. En un mundo globalizado, donde no hay lugar remoto, que no se sepa lo que pasa casi al instante; hay naciones cuyos gobernantes tienen en la pobreza a la mayoría de sus habitantes, o la crean con el fin de conservar el poder. O se originan luchas intestinas que dan lugar a migraciones nunca vistas. Sin olvidar que intereses nada claros- o muy claros económicamente-, fomentan esta situación. Otra vez los pobres o los desplazados por las continuas guerras por el poder. Y se ven  obligados, o son utilizados,  para invadir zonas más prosperas de la Tierra, sacando además beneficio por parte de otros hombres que les cobran unos medios, ¿que les proporcionan?, que en muchos casos les lleva a la muerte. No es una Inmigración/emigración proporcionada, prácticamente es una invasión pacifica, aunque se producen muertes, pero invasión al fin y al cabo por el número y por la desproporción que lleva a que no se pueda controlar. ¿Cuantos millones de personas puede absorber, la ya no tan prospera Europa? ¿O América del Norte? ¿Cuantas personas han de morir? ¿Dónde está la ONU? ¿Para qué sirve? En ella están sentados uno al lado de otro, representantes de naciones que están en guerra; y otros que las ayudas se las quedan los gobernantes sin que repercutan en la creación de riqueza y bienestar en su país y  para sus habitantes. Y representantes de naciones que nos les interesa que otras prosperen, y aumente la competencia con detrimento de su riqueza. Ha sido patético ver al mandatario "más poderoso del globo", en visita a uno de estos países, que por situaciones antes descritas sufre de pobreza, hablar a su habitantes de que tienen que ser más activos y positivos con el "cambio climático". ¡Ah!, pero hay un refrán en mi tierra que dice: "en el pecado va la penitencia". En  esos países, orgullosos de su estado de Bienestar, con el cual no nos conformamos tampoco, se nos está introduciendo un Caballo de Troya, que nos puede destruir, al igual que fue destruida la famosa ciudad. Dentro de esta inmigración descontrolada, pueden y lo están haciendo, entrar algunos, que al igual que los aqueos, quieran destruir la Troya moderna. Y lo estamos viendo en ciudadanos que han adquirido nuestra nacionalidad, y que se levantan, y se ponen a luchar en contra de nuestra civilización y, de quienes han sido y son sus compatriotas. Se supone. Y eso sólo de pensarlo puede ser terrorífico. De momento lo están haciendo fuera de nuestras tierras, aunque algún conato ha habido dentro. Por ello ya algunas naciones empiezan a tomar en serio el problema, y se han puesto a la tarea de cerrar fronteras. Es lamentable y doloroso, porque siempre pagan inocentes por culpables; pero la caridad empieza por el más próximo. Si por atender al lejano, desatiendo o desamparo al que ésta cercano, estamos equivocando el camino. La solución se encuentra en cada uno de los países que producen el problema y en ayudar,  controlar las ayudas, y obligar a que las reglas las cumplan los gobernantes de los mismos, y las compañías con intereses en ellos. ¿Para que está la Organización de Naciones Unidas? Se busca un verdadero Líder Mundial. Se necesita. ¿Dónde está? J. R. Pablos