Sr. Director: Estamos en las manos de Dios, menos mal, que se hizo hombre para asumir todo lo humano. Las palabras del génesis de que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza nos deben animar. Porque a pesar de los pesares, aunque mordamos el polvo a diario, el amor de las madres, de las esposas, de los maridos, de los hijos, de los curas, de los misioneros, de las mujeres y hombres de bien, de los amigos de verdad;  el amor mueve al mundo y Dios ha apostado por ti, por todos. Domingo Martínez