Sr. Director: En EEUU, los suicidios de preadultos se han quintuplicado desde los años 50 y el 10% de los jóvenes toma antidepresivos, datos que pueden extrapolarse a todo Occidente. Schrobsdorff, en Time Magazine señala que "los adolescentes actualmente son más vulnerables, menos fuertes emocionalmente y están más angustiados que sus padres". Este deterioro mental choca con la mejora económica desde hace 50 años y el avance de la psiquiatría, entonces, ¿qué hay detrás de esta preocupante tendencia? Schrobsdorff sugiere que una cultura plagada de medios sociales, teléfonos inteligentes y la presión de la escuela es la causa. Pero estos factores no surgieron hasta bien avanzada esta patología. Sin embargo, los expertos Vitz y Buff afirman: "Algo mucho más claro puede explicar el declive de salud mental juvenil: es la ausencia de fe religiosa". "La irreligiosidad se ha acelerado en los últimos 15 años y es mayoritaria hoy entre los jóvenes, (…) la decadencia de la tradición judeocristiana ha creado un enorme vacío del significado vital que ha sido llenado por el nihilismo posmoderno y por la 'deconstrucción' de la creencia en una verdad objetiva, la bondad y la belleza, habiendo eclipsado el significado de lo trascendente". "La fragilidad de muchos jóvenes hace que las ideas que los desafían sean actos de agresión y usan medidas duras e incluso violentas para silenciar a sus oponentes". "Ya no se valoran por su dignidad, como seres creados por Dios; ya no encuentran recompensa en sus esfuerzos por llevar una vida basada en la verdad y el amor". "En cambio, la buscan en los bienes materiales y la retroalimentación social, a través de las redes, pero muchos los encuentran superficiales y vacíos. Además, el declive de la religión ha dado lugar a que las relaciones sexuales se banalicen y se priven de cualquier significado mayor, dejándolos heridos". Numerosos estudios han demostrado que las personas con creencias religiosas fuertes, son más felices, saludables y viven más tiempo que aquellos que tienen poca o ninguna fe. "Tener fe en Dios y atribuir un significado religioso a la vida ancla a la gente, dirige sus esfuerzos más allá del mundo material, la protege de los contratiempos y proporciona una comunidad de apoyo", concluyen Vitz y Buff. Eva M. Catalá