Sr. Director: Estamos asistiendo ya desde hace tiempo en Cataluña a un bombardeo masivo de propaganda simplista, rozando lo infantil, sobre que la democracia es poner urnas. La realidad es muy diferente. Una votación donde únicamente hay campaña de una sola de las dos opciones; donde los medios públicos catalanes pagados por todos están al servicio de una sola de las dos opciones; sin debate alguno entre las dos opciones; sin información objetiva de las consecuencias económicas, políticas y sociales de algo tan relevante como lo que se pretende votar; donde los apoderados e interventores son de una sola de las dos opciones y el recuento de votos lo realizan los partidarios de una sola de las dos opciones no es democracia. Con esa demagogia infantiloide de una urnita y una papeleta puede engañarse a los niños, como se está viendo, y a sectores radicales y con menos escrúpulos democráticos pero no a quien tiene una mínima sensatez y madurez sobre lo que significa la convivencia en sociedad ni mucho menos a la comunidad internacional. Lo que se pretende hacer el 1-O no es democracia, es una burla a la democracia. María Palacios