Sr. Director: En su libro "Creación y pecado", que recoge conferencias a universitarios en los  años de la década de los años 70 del siglo pasado, el entonces sacerdote Josep Ratzinger, ha dejado escritas una palabras que tienen plena actualidad y vigencia en los momentos actuales. Haciendo referencia a reuniones de sacerdotes en las que se hablaba de temas presentes en la Iglesia, señaló: "Hablamos mucho, y a gusto, de evangelización, de la buena nueva, para hacer atrayente a los hombres el cristianismo. Pero casi nadie –opinaba el obispo- se atreve ya a expresar el mensaje profético: ¡Convertíos!  Casi nadie se atreve en nuestro tiempo a hacer esta elemental llamada al evangelio con la que el Señor quiere llevarnos a cada uno a reconocernos personalmente como pecadores, como culpables y a hacer penitencia. Nuestro colega añadía además que la predicación cristiana actual le parecía semejante a la banda sonora de una sinfonía de la que se hubiera omitido al comienza el tema principal, dejándola incompleta e incomprensible en su desarrollo. Y con ello tocamos un punto extraordinario de nuestra actual situación histórico-espiritual. El tema del pecado se ha convertido en uno de los temas silenciados de nuestro tiempo. Suso Madrid