Sr. Director: En las comparecencias de Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau ante los tribunales por el 11N, faltaba por terciar el presidente catalán y Puigdemont no se hizo esperar. Se ha levantado de su escaño en el parlamento para afirmar que la democracia española está enferma por llevar al banquillo a quienes 'pusieron las urnas'. Pues no tiene razón Carles Puigdemont. Las urnas son una consecuencia de la democracia, pero no son la democracia y la democracia no es solamente 'poner las urnas'. La democracia es algo más que votar. Mas, Rigau y Ortega no están siendo juzgados por poner las urnas, están siendo juzgados porque, el poner las urnas -sin ciertas premisas- es algo que la ley no contempla y que el Tribunal Constitucional prohibió expresamente. En algo sí lleva razón Puigdemont. Una democracia que permite los acontecimientos del llamado proceso y que alguien pretenda separar a Cataluña de España de forma ilegal y desde un cargo en el que representa a España en Cataluña, del que cobra y del que recibe toda clase de prebendas; una democracia que tolera que se confunda -de mala fe- la opinión, muy respetable de una parte de los catalanes, con Cataluña; una democracia que admita que la cooficialidad de idiomas sea en realidad una persecución al español; una democracia que consienta que se tergiversen la historia de España y la historia de Cataluña… esa democracia, si no está enferma, por lo menos está algo pachucha. Suso Madrid