Sr. Director: Son lamentables las palabras de Montserrat Carulla, integrante de la lista electoral de Artur Mas, en que alerta contra la "dilución" que representamos las personas del resto de España en Cataluña. Por lo visto, debemos ser como el vino de baja calidad que diluye el de alta calidad y graduación. Desgraciadamente estas palabras de Carulla no sorprenden. Desde siempre el nacionalismo catalán nos califica, por ejemplo, de "inmigrantes", a las personas que hemos nacido en el resto de España y así te estigmatizan de forma despectiva. ¿Alguien, por ejemplo, en La Rioja o en Madrid, llama "inmigrante" a un catalán que ha ido a vivir ahí? El nacionalismo catalán debería reflexionar: presume de "integrador" pero, cuando enseña la patita, se ve su verdadera esencia: excluyente, prepotente y clasista. Juan Sánchez Manrubia