Sr. Director: El Ayuntamiento de Madrid sigue, erre que erre, defendiendo los dispositivos de foto-rojo instalados en los semáforos de la capital. A la alcaldesa, Manuela Carmena, no parece importarle que sea un sistema ampliamente cuestionado en el resto de España porque carece de verificación. Lo único verificable es que las sanciones han aumentado más de un 100%. Los amigos de Camena, los podemitas, son los iban a solucionar los problemas del pueblo llano, del pueblo que se ve obligado a utilizar el coche para ir a trabajar. Esas promesas, en el mejor de los casos, quedan en buenas intenciones. Xus D. Madrid