Sr. Director: En el programa de bilingüismo de la Comunidad de Madrid se pueden impartir todas las asignaturas en inglés menos Lengua Española y Matemáticas (8 horas de español frente a 24 de inglés). Así, se priva a los alumnos del uso del español conceptual y reflexivo, que enseñan las materias más argumentativas y se condena a las futuras generaciones a un español anémico sin las capacidades expresivas, retóricas y sintácticas de una lengua culta. ¿Qué español queremos enseñar? ¿En qué español van a pensar niños y adolescentes que están aprendiendo lentamente esos recursos sin haberlos consolidado en su lengua? ¿Cómo van a desarrollarlos en otra lengua? Afirmar que esto puede lograrse es un fraude a los padres y a la sociedad en su conjunto. Solo un candidato plantea tímidamente una revisión del modelo actual, Ángel Gabilondo, que parece darse cuenta de que, además, inhabilita a excelentes profesores con experiencia y promueve a supuestos especialistas porque han aprobado un examen en inglés. Y no es un problema del español contra el inglés, sino del respeto del desarrollo de la inteligencia verbal de los adolescentes. Es muy temerario hacer experimentos colectivos de bilingüismo artificial. ¿Es legítimo que los fondos públicos financien una educación de espaldas al español? ¿No deberíamos aspirar al equilibrio cervantino? Mercedes Chozas