Sr. Director: Al cardenal Cisneros, que el 8 de noviembre, se cumplió el V centenario de la muerte, se le presenta también, con razón, como precursor de las reformas de Trento en una Iglesia necesitada de purificación, que justo a su muerte se iba a ver sacudida por la ruptura luterana. El monje alemán no pretendía iniciar un cisma, pero a sus primeras reivindicaciones, muchas legítimas, se añadieron cálculos de tipo político que dieron un rumbo inesperado a la historia. Con Cisneros el proceso es justamente el contrario. Cuando el rey Carlos llega a España el cardenal afronta sus últimos días en la tierra, por lo que no pudo ofrecer al joven monarca un consejo que hubiera sido valiosísimo para afrontar una dramática encrucijada que terminó partiendo en dos al continente. Juan García