Sr. Director: El debate en el Congreso de los Diputados del pasado día 15 de noviembre, demostró la debilidad de la concordia entre los partidos constitucionalistas. Ello hace difícil afrontar los proyectos que necesita España cara a un siempre incierto futuro. En la sesión de control al Gobierno, el PSOE de Pedro Sánchez parecía dar por finalizada la etapa de colaboración con el Gobierno y volvía a introducir la dinámica de una áspera confrontación, solo superada en el hemiciclo por los numeritos del portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, y el matonismo dialéctico de Pablo Iglesias. J. D. Madrid