Sr. Director: Camino del dentista por las calles solitarias de una tarde de julio, algunas ventanas expelen los gritos de Belén Esteban... Llego a la clínica y me topo con la susodicha en una pantalla gigante que tiene abducidos a media docena de pacientes... Imposible escapar del Gran Hermano. El de Orwell, digo. Alberto Asensi