Con la visita de Kim Jong-un el líder chino Xi Jinping (joé con los nombrecitos) ha lanzado un mensaje, no al coreano, sino al norteamericano Donald Trump: que Estados Unidos no entre en mi zona. La península de Corea es cosa mía (al parecer, también Japón y Corea del Sur) y yo soy el valedor del hombre-cohete.

O que nos lleva, otra vez, a lo mismo de  siempre: el cristófobo Xi Jinping es el peligro, no el atrabiliario Kim. Occidente no se ha dado cuenta pero Xi es su verdadero enemigo... así como el más liberticida de todos los líderes mundiales.