Modesto Crespo, quiebra de la CAM, ha pedido perdón por su gestión en la entidad alicantina. Narcís Serra, ex presidente de la quebrada Catalunya Caixa, ha dicho que él no tenía nada por lo que pedir perdón. Y en sede parlamentaria, oiga usted. Es curioso porque como mandamases de dos cajas, que en total nos ha costado al erario público, por ahora, más de 20.000 millones de euros, ambos jugaban con el dinero de los demás pero con mentalidades bien distintas. Modesto Crespo pide perdón porque hizo operaciones con el dinero de sus clientes que no debería haber hecho. Narcís Serra, en la caja de fundación pública y mentalidad de funcionario, asegura que él no hizo nada malo porque el dinero público no es dinero de nadie -según la izquierda- sino del contribuyente. No sólo es más difícil gestionar el dinero privado sino que, además, es más justo aplicar responsabilidades. Narcís Serra es un funcionario que nunca reconoce un error. Modesto Crespo sí, porque sabe que el dinero privado es de alguien. El dinero público sólo es de los políticos. Más ético el capitalista que el socialista. Hispanidad redaccion@hispanidad.com