Como periodista veterano tengo la piel dura. Vamos que soy un tipo tirando a insensible, bastante cínico y ligeramente encallecido.

Pero hay vídeos que emocionan. Por ejemplo, este de Telesur, sobre famosos que estuvieron en un tris de no ser famosos… ni de ser en modo alguno, porque sus madres fueron presionadas para abortar o se sentían tentadas, y lo suficientemente desesperadas para hacerlo. Y sí, un pelín me he emocionado. A lo mejor tengo remedio.

Y eso que en el cartel figura Cristiano Ronaldo, que no es santo de mi devoción. 

La manifestación provida del pasado domingo me ha recordado que la lucha contra el aborto es aún más importante cuando tantos consideran que el odio al débil es imbatible y que se trata de un temple que es mejor no hablar. Por ejemplo, Mariano Rajoy piensa exactamente así. Él tampoco fue abortado.