Lo que dice este vídeo es cierto y es exagerado. Algunos datos están sacados de contexto pero lo que sí es cierto es la idea-fuerza de ese editorial cuya autoría desconozco: que las subvenciones públicas, lo público, no son lo bueno sino lo malo, lo que distorsiona cualquier asomo de justicia social. Porque una cosa es el principio de fronteras abiertas y otra bien distinta aplicar ese principio sin reciprocidad por parte de los países emisores. Y luego está lo políticamente correcto. Y, por último, la exigencia al emigrante de que debe estar agradecido al país de acogida. Hispanidad redaccion@hispanidad.com