Decíamos ayer… que si la masonería internacional, es decir, el Nuevo Orden Mundial, logra hacer caer a Donald Trump (que nos guste o no, es el presidente democráticamente elegido por los estadounidenses) entonces cualquier democracia caerá por obra de la misma mano. Volvamos la vista hacia la primera manifestación anti-Trump, aquella donde figuraban mujeres (es decir, feministas), homosexuales (es decir, el lobby gay)… y ¡porreros! Esta sí que es buena, ¿qué pintaban allí los del porro? No lo sé pero aportaban una nota de color y, ante todo, de olor. Y demostraron, también, quien lleva la antorcha de la reacción contra el amigo Donald. Hispanidad redaccion@hispanidad.com