La caradura del PSOE tiene su parte curiosa. Días atrás, en el Congreso, los socialistas se lanzaron a la yugular del Gobierno por haber facilitado el nombramiento de María Elósegui como miembro del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Elósegui se opone al matrimonio homosexual, por lo que es una homófoba y una fascista. Y se quedaron tan anchos. Pues bien, Elósegui sustituye en el cargo a la socialista Luis López Guerra, ese patriota que se ha dedicado, desde Estrasburgo,  a fastidiar a España. La última del TEDH ha sido el considerar libertad de expresión la quema de fotografía del Rey y la penúltima condenar a España, cómo no, por no tratar con la suficiente delicadeza a dos etarras. Y no hacen falta más comentarios. Hispanidad redaccion@hispanidad.com