Tiene un problema -muy gordo- de coordinación, que destapa sus vergüenzas. El mejor termómetro de las desafortunadas declaraciones sobre Venezuela del portavoz del PSOE, Óscar Puente, está en las redes sociales. Se le han lanzado a la yugular para que se deje de frivolidades sobre la amarga realidad de ese país (represión, muertos, problemas para comer…). Por supuesto, en un tono bastante menos indulgente que el empleado por Adriana Lastra para corregir sus palabras en las que Puente decía que en España se está sobredimensionando esa crisis y que la culpa la tiene no sólo Maduro. Puente, además de afear a su partido, no ha tenido en cuenta los miles de venezolanos que viven en España y que conocen, por tanto, de primera mano -por sus familiares o amigos- la cruenta realidad de ese país y la deriva totalitaria de Maduro. El ridículo de PSOE es la prueba de un partido sin rumbo, mientras Sánchez está de vacaciones. Hispanidad redaccion@hispanidad.com