La Guardia Civil registra esta mañana la sede del Diplocat, en Barcelona, buscando pagos relacionados con el 1-0. Y lo hace justo un día antes de su cierre acordado por el Gobierno y respaldado por el Tribunal Supremo en aplicación del artículo 155. 

Se trata del organismo que hacía las veces de ‘Ministerio de Exteriores’ catalán, donde entró Sol Daurella y comprometió a la multinacional Coca-Cola. La presidenta de la ‘megaembotelladora’ europea se incorporó a este invento independentista siguiendo el consejo de su esposo, Carles Villarrubí. Eso sí, no le quedó más remedio que abandonar dos meses después: las críticas, la campaña #CocaColaRompeEspaña y la llamada al boicot a la famosa marca pudieron pesar demasiado.